jueves, 7 de agosto de 2008
FLUYERON LOS DEDOS.
Pues vuelvo a caer en la contradicciòn del trabajo me han dicho que al trabajo hay que agarrarle cariño aunque no nos guste, es dificil esa tarea y mas cuando te quieren ver la cara o te la vieron, pensando que estas en ese puesto mendigiando, mientras los pendejos se rascan la pansa y las nalgas y se mufun de los empleados que no somos de confianza y el ultimo que esta en la cadena paga por los errores de las grandes cabezas siendo que somos los mismos no dejamos de ser empleados para los grandes capitalistas.
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