Cada vez uso menos cobijas
Pero cada día te recuerdo más
Desde que sale el sol
Hasta que se desvanece las sombras.
El perro de la vecina ladra y ladra
Pero tú sigues aquí
Algunas veces hasta debajo de la leche
En el agua purificada y en los chetos.
Entre las chamarras viejas en el closet
Debajo de los mp3 a veces en la impresora
Ya casi te olvido como al Carlos V
El frutsi gratis y los bubalo
Hoy para mis, eres como las papas sabritas
Dañan mi cuerpo, al igual que la gaseosa
Pero en estos días es mejor
Tomar cerveza, carne asada
Clamato y cebollitas de rabo.
jueves, 29 de abril de 2010
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