No te dejo de soñar con esos tatuajes que deje en tu piel
Cuando te besaba de la punta de tus pies hasta tu frente
Recorriéndote con mi mirada, con los ojos vendados
Aquel olor de esencias de mujer apasionada ardiente
Esos sentidos que brillaban cuando me miraban celosamente
Aquellos juegos de mordidas en los costados
Esas marcas de batallas donde el perdedor gano
Aquella melodía que escuchamos en el auto
Donde el color crema fue testigo de nuestros experimentos
Recordare más no are gestos, no abra murmullos
El cine fue testigo de las mariposas que sentíamos en el estomago
En aquel filme de terror donde te acurrucabas entre mis brazos
Entre las palomitas nos besábamos continuamente
Hasta perder el control y la trama de la película
Aquel café donde tomábamos una cerveza en las tardes
Donde nuestras manos se perdían en lo más oscuro de nuestro ser
Donde pasábamos desapercibidos un domingo en la calle libertad
Donde nos comimos una banderilla en un banca
Para después comernos a besos a las puertas de tu casa
O como olvidar el rompimiento de corazones y dientes
En aquel bar donde sonaban los chingadazos
Al ritmo de Rock Rop de los noventas.
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